La Inteligencia Artificial es uno de los temas que serán tendencia en la próxima década, según el estudio Technology Vision, realizado por Accenture. El estudio, con respuestas de más de seis mil ejecutivos de 25 países, mapeó las principales tendencias tecnológicas del futuro.
A decir verdad, ya ingresamos en la Era de la Inteligencia Artificial. La tecnología está presente en diversas funciones cotidianas del ser humano, como en las recomendaciones de productos, de acuerdo con su última compra en el sitio de una tienda, o en los sensores que ayudan a los conductores a estacionar el vehículo para prevenir accidentes. Pero da la impresión de que recién hemos visto solo la punta del iceberg.
Todavía hay un gran potencial de mejoras que la IA puede aportar a la vida del ser humano. Una de las principales tendencias de la actualidad es la Inteligencia Artificial de conversación, la capacidad de la máquina de comprender lo que se está diciendo o escribiendo, lo cual permite que seres humanos y sistemas se comuniquen cada vez mejor.
El concepto en sí mismo implica permitir que una persona converse con una máquina en forma fluida, ya sea en formato escrito o por medio de voz, y con un grado avanzado de comprensión. Esto se debe a que la máquina reconocerá el texto o el audio, realizará la interpretación de lo dicho y responderá de manera humanizada.
Se pueden observar excelentes ejemplos de esta tendencia en las asistentes virtuales inteligentes, como Siri, Alexa y Cortana, entre otras. Por medio de diversas aplicaciones de IA, la plataforma reconoce el comando del usuario por voz y puede realizar diversas funciones, como programar un despertador, realizar la lectura de un e-book e, inclusive, controlar las funciones inteligentes en una casa.
El potencial de esta tecnología es enorme y va mucho más allá de solamente llevar a cabo pequeñas funciones de la vida cotidiana. Un equipo de investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) utilizó deep learning para descubrir lo que se puede denominar como “diagnóstico por habla”, el cual puede detectar señales de depresión por medio del análisis del habla de un paciente. Este entrenamiento derivó en el modelo del equipo, el cual identifica la depresión a partir de una conversación normal con más de un 70 % de precisión durante la inferencia, a partir del diagnóstico de especialistas en salud mental.
Las técnicas empleadas para identificar la depresión suelen involucrar a especialistas en salud mental, quienes formulan preguntas directas y sacan conclusiones fundamentadas. En el futuro, puede que estas evaluaciones puntuales no sean tan necesarias, con una IA de conversación entrenada para el monitoreo continuo de la salud mental.
Diversas empresas de todo el mundo ya están prestándole atención a esta nueva tendencia. Teniendo en cuenta la estimación de que las empresas gastarán más de USD 50 000 millones en sistemas de IA aún durante 2020, según un estudio del IDC, muchos proyectos deben incluir IA de conversación. En 2019, se invirtieron USD 37 500 millones en proyectos relacionados con la IA. La expectativa para 2024 es que la inversión alcance los USD 110 000 millones.
Las posibilidades son inmensas, tanto para empresas como para individuos. Ya contamos con la capacidad de procesamiento suficiente para crear máquinas inteligentes que comprendan nuestros comandos y solicitudes, y generen conversaciones cada vez más similares a las que involucran solo a seres humanos. Ahora depende de los desarrolladores crear sistemas y plataformas que parecerán sorprendentes inclusive para el dibujo animado “Los Supersónicos”, en lo que respecta a la relación entre personas y máquinas.